Después de la obra de teatro de “Vodevil”, hubo una desbandada general de compañeros. De los doce actores (sin incluirme a mi) sólo se quedaron cinco. Algunos se fueron por cuestiones laborales, otros por tomarse un pequeño descanso, otros porque se iban a vivir lejos y alguno que otro por los “malos rollos” que en los pasados ensayos se llegaron a originar.
Pero bueno, las marchas también dieron lugar a nuevas llegadas, nada menos que siete (yo también me incluyo en esa nueva llegada, ya que esta vez sí que tendría mi papel). Así que tocaba buscar una obra de teatro en la que apareciesen doce personajes de nuevo; y dio la casualidad que se encontró una obra de teatro del mismo autor que “Vodevil”, Hugo Daniel Marcos (en siguientes entradas que iré haciendo en este blog, se verá que es un autor muy recurrido). En este caso la obra escogida fue “Un mal día”, una comedia desmadrada de enredos líos y malentendidos.

Al principio yo tenía que hacer el papel de ladrón tonto (había un ladrón listo y uno tonto) yo ya me lo estaba preparando e incluso me había ambientado en dos papeles de Gabino Diego, uno el de “Cuco” en Torrente 2 y el otro en un personaje que Gabino Diego se inventó en su monólogo Una noche con Gabino, que era el personaje de Jimmy Rumay. Pero por ciertas circunstancias quien tenía que hacer de Pepito dejó el grupo de teatro y dicho papel pasó a mis manos... vamos que de ser un personaje con un papel cortito de cuatro o cinco páginas pasé a ser prácticamente el personaje principal y además en mi primera obra de teatro (lo de “Vodevil 2005” no lo cuento ya que me encargaba de las luces y los sonidos, y sólo salía en el saludo).
Al principio cuando vi el montón de páginas que me tenía que aprender, dudé en si sería capaz de poderme aprender tanto... pero fue entonces cuando descubrí una cualidad innata que tenía dentro de mi. Parecía ser que mis textos me los memorizaba en seguida, y se puede decir que en dos semanas ya me sabía todas las frases que tenía que decir, así que sólo me tenía que concentrar en la interpretación y aquí vino lo peor de todo, ya que mi papel era de gay, pero gay de estos típicos de las películas españolas de los años 60 y 70... vamos, un gay con pluma. Y eso fue lo peor, que no había manera de hacer todos los movimientos “amariconados” (con perdón). Ensayo tras ensayo desde el director, Quim, hasta el último compañero intentándome echar una mano en hacer los gestos, los andares, las posiciones... pero nada, no había manera, los gestos y posiciones aún conseguía hacerlos, pero lo que eran los andares no había manera. Yo día tras día, por el pasillo de casa intentando hacer andares con “pluma”, para poder hacerlo lo mejor posible... pero me costaba un mundo conseguirlo.
Faltaba una semana para el estreno, estábamos con los nervios del estreno, los últimos ensayos, retocando ciertos puntos del guión... y mis andares sin conseguirlos aún. Me ponía a caminar, y más que “pluma” parecía que fuese un atleta de marcha atlética.
Quim estaba ya desesperado porque no había manera que me saliesen los andares... hasta que no se quien me dijo algo así como: “Raül, tu te tienes que poner a caminar como si tuvieses tetas y estás muy orgulloso de tenerlas”. Yo lo intenté hacer, me imaginé que tenía tetas y además estaba orgulloso de tenerlas, y pasó lo más increíble, que me empezaron a salir los andares de “pluma”. Todavía no me lo llegaba a creer, y menos aún Quim, que ya estaba al borde de la desesperación... y a mi no se me ocurrió otra cosa que decir: “Habérmelo dicho antes que me tenía que imaginar que tenía tetas”, así hubiese sido mucho más fácil.

Ese día me iba a la cama alrededor de las dos de la madrugada y he de asegurar que aún estando en la cama no paraba de recordar toda la experiencia vivida y me costó bastante poderme dormir.

A parte de este capítulo negativo, de la representación decir que no se como nos pudo salir bien, ya que estábamos en un espacio muy pequeño y no sabíamos donde colocarnos cuando no estábamos en escena, y a todo esto había que sumar que yo estaba padeciendo de lumbalgia y ciática... pero aún así conseguimos hacerlo y salió bien.
Las dos últimas actuaciones de “Un mal día” fueron en las fiestas de Bellvitge, y luego por Octubre en el centro cultural de Santa Eulalia.
Así que esta fue mi primera actuación verdadera. Yo ni me lo esperaba que tendría un papel principal y mucho menos que me saliese tan bien; con lo que ya estaba esperando como loco para poder volver a actuar.
El reparto de “Un mal día” fue. Juan: Iván Boada; Ramona: Esther González; Pepito: Raül Toril; Paola: Marisa Medina; Roberto: Domingo Moreno; Celeste: Sara Prados; José: Quim Portero; Claudia: Marisa Medina; Carlota: María José Ramos; Estefanía: Olaya Lourdes Checa; Ladrón 1: Marisa Nogueira; Ladrón 2: Rafa Boluda; Policía: Amanda Fernández / Óscar Boix.
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Federico García Lorca.
hola, oye, ¿dónde puedo encontrar el guión de la obra "Un mal día?
ResponderEliminarHola, perdona por tardar en contestar. No sabría decirte donde puedes encontrar el guión. Le puedo preguntar al director del grupo de teatro en el que estoy y sino le digo que me lo pase y te lo paso.
ResponderEliminarUn saludo
hola ya se que paso mucho tiempo pero en verdad necesito el guion me encanto tu redacción y quisiera presentarlo en mi cole por fa
ResponderEliminar